miércoles, 5 de mayo de 2010

Los efectos de que los niños vean demasiada television


tele

Las recomendaciones de los expertos apuntan a limitar la exposición a la televisión durante la primera infancia, e incluso evitarla antes de los dos años, pues son bastante negativos los efectos de que los niños vean demasiada televisión.

Se ha llevado a cabo una investigación para comprobar cuáles son los efectos de la exposición a la televisión durante la primera infancia y hasta cuándo duran. Aunque se esperaba que desaparecieran hacia los siete años, aún a los diez años se notaba el impacto perjudicial de excesivas horas de tele.

Los niños tenían un peor desempeño en la escuela, baja participación escolar, eran más sedentarios y consumían más comida chatarra.

Los autores del estudio hicieron un seguimiento de más de 1.300 niños teniendo en cuenta cuántas horas de televisión veían a los dos años y cinco meses de edad y nuevamente a los cuatro años y cinco meses.

El promedio entre los más pequeños era de nueve horas y entre los mayores de quince horas semanales, superando el límite recomendado de dos horas diarias.

A esos niños se los evaluó nuevamente al cumplir los diez años y aquellos que habían estado más expuestos a la televisión tuvieron menores niveles de participación en clase y peores calificaciones en matemática. También eran menos propensos a la actividad física, lo eran más al consumo de bebidas gaseosas y tenían mayor índice de masa corporal.

Son las consecuencias de exponer a la televisión en exceso a los niños en la primera infancia, cuando su cerebro está en pleno desarrollo y cuando se sientan las bases de una conducta de vida.

El tiempo dedicado a la televisión es tiempo "robado" a actividades más enriquecedoras para su desarrollo tanto intelectual como cognitivo y motor.

No quiere decir que ver programas educativos no sea positivo, hay algunos muy buenos, pero sin excesos. Actividades como leer un libro, jugar o hacer ejercicio no deberían ser reemplazadas por horas frente al televisor, pues como vemos los efectos son perjudiciales para el desarrollo y la salud de los más pequeños.


 Juan A. 

viernes, 30 de mayo de 2008

Estimula a tu bebe desde el utero

Estimula a tu bebé desde el útero


Escuchar música


Las investigaciones demuestran que la música prenatal le supone una ventaja al feto. Los bebés cuyas madres les ponen música clásica a partir de la semana 20 en adelante, durante 10 minutos, dos veces al día, parecen evolucionar más rápido y experimentan un mayor desarrollo intelectual.


No hace falta que sea música clásica, puedes ponerle cualquier tipo, siempre que sea relajante y tranquilizadora. Los investigadores han encontrado que el feto reacciona a los tonos musicales puros, incluso aunque la música no esté en contacto inmediato con el abdomen, sino en el ambiente. Se ha demostrado que aún a cierta distancia el feto puede patear tan vigorosamente que interfiera los movimientos de la madre. Pero no a cualquier música. Aparentemente tienen predilección por la música armoniosa. En particular, los conciertos de violín son especialmente apreciados por los sonidos agudos de este instrumento. Si tu grupo de música favorito es Metallica, quizá debas esperar un par de años a mostrarle tu pasión por este grupo.


Luego, se comprueba que el recién nacido pone atención a una melodía escuchada repetidas veces antes del parto, porque se mantiene quieto, abre sus ojos, voltea la cabeza hacia el sitio donde proviene, flexiona los dedos y se cobija en los brazos.


También puedes cantarle o tararearle. Cantar aumenta la capacidad pulmonar y alivia el estrés, con lo que también te ayudará a ti a prepararte para el parto. Mejorará tu sensación de bienestar, que a su vez se transmitirá al bebé, y os proporcionará un medio de comunicación pre-lingüística, facilitando vuestro vínculo. El niño recordará las canciones después de nacer y podrás reconfortarle con ellas.



Estimulación a través del tacto


También tocando tu barriga pues transmitir distintas sensaciones a tu niño y ayudar a su desarrollo. Presionando un poquito el abdomen con un dedo notarás que el niño se mueve al intentar defenderse. Sin embargo, si te sientas cómodamente en el sofá y te acaricias el vientre de forma muy suave, con movimientos lentos y circulares, con pequeños masajes, esa sensación os encantará a él y a ti.


Se puede combinar el tacto con la meditación, potenciarás aún más la sensación. Mientras presionas suavemente al abdomen, cierra los ojos e intenta imaginarte lo que él siente mientras nada plácidamente en su líquido amniótico. La sensación será aún más placentera. Si dispones de tiempo, sumérgete en la bañera con agua templada, apaga la luz y platica con él.


También puedes combinar el tacto y la palabra. Así, a la vez que estableces un vínculo sensorial, el feto aprenda a asociar las palabras con la acción.


1.    Aprieta tu abdomen firmemente, pero sin brusquedad, desde la cadera hacia el ombligo, repitiendo "apretar, apretar, apretar. Te estoy apretando".

2.    Frota circularmente la piel del abdomen con la punta de los dedos, como si rascaras, repitiendo "frotar, frotar, frotar, te estoy frotando".

3.    Palmea suavemente el abdomen, primero de un lado y después del otro, de abajo hacia arriba diciéndole: "palmear, palmear, palmear. Te estoy palmeando".

4.    Pasea las manos sobre el abdomen de arriba hacia abajo diciendo: "acariciar, acariciar, acariciar. Te estoy acariciando".


El poder del pensamiento positivo


La investigación prenatal hace pensar que existe una conexión, vía hormonal, entre lo que piensa y siente la madre y su bebé. También existe un lazo entre la vida emocional de la madre durante el embarazo y la personalidad futura del hijo. Los disgustos breves que se resuelven enseguida no dañan al bebé; pero un problema emocional más grave, y el estrés sin resolver, puede producir niños emocionalmente alterados.


El flujo sanguíneo se ve negativamente afectado por la ansiedad, y mejora con técnicas de relajación. Los bebés de madres deprimidas tienen un mayor ritmo cardíaco y permanecen en un mayor estado de alerta antes el estrés. Aquéllos sometidos al permanente mal humor de su madre suelen ser más pequeños al nacer.


Los pensamientos negativos o la ansiedad provocan una respuesta en el organismo y favorecen la liberación de hormonas de estrés. Los pensamientos alegres estimulan la producción de endorfinas. Tu cuerpo, y por lo tanto tu bebé, es un reflejo de tus experiencias. Recuerda que, a medida que se desarrolla y durante todo el embarazo, tu hijo es consciente de tus sensaciones. Si estás contenta, triste, ansiosa o relajada, se refleja en el ambiente del útero y es recogido por el sistema nervioso del niño.


De ahí la importancia de controlar el aporte emocional que llega al bebé. Intenta que tu embarazo sea lo más tranquilo ya legre posible. Transmítele la felicidad que sentís ambos al esperar su llegada y el amor que ya le profesáis.


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Juan Antonio Gómez Company

¿Hay alguien ahí fuera?


THE SCIENCE MODULE OF PERCEPNET PROVIDES PAPERS ON PERCEPTION AND SENSORY SCIENCE BY RESEARCHERS WORKING ON THESE DISCIPLINES
¿Hay alguien ahí fuera?

La curiosidad o, incluso, la preocupación por lo que los fetos son capaces de oir dentro del útero materno trasciende el interés científico para convertirse en tema de conversación popular. Se sabe que, incluso antes de nacer, los hijos pueden reconocer la voz de su madre y diferenciar la música del sonido ambiente. Ésta es, de hecho, la base sobre la que se sustentan costumbres, cada vez más habituales, como la hacer escuchar música clásica a los fetos para despertar en ellos un sentido musical o para conseguir una relajación que, a menudo, según algunos obstetras, va más ligada a la propia relajación materna que a los efectos milagrosos de la música sobre la tranquilidad de los fetos.

Según estudios previos, parece ser que los fetos humanos oyen mejor los sonidos de baja frecuencia que los de elevada, es decir, vocales mejor que consonantes y preferiblemente las partes más melódicas de un discurso, y oyen mejor los tambores que los violines. Avanzando en el conocimiento de las capacidades auditivas del ser humano antes de nacer, un grupo de científicos de la Universidad de Florida, liderados por el profesor de ciencias de la comunicación Ken Gerhardt, ha diseñado un ingenioso experimento para grabar los sonidos que el oído fetal percibe, experiencia imposible de realizar con voluntarios humanos por su invasividad pero que, llevada a cabo en ovejas (las propiedades de transmisión del sonido en hembras preñadas de esta especie es similar a la de las mujeres), permite añadir nuevos datos a este apasionante asunto.

El método empleado consistió en implantar diminutos sistemas de grabación en el oído interno de los fetos (partiendo de la hipótesis que ello les permitiría captar los sonidos como los oiría el feto de oveja dentro del útero materno), y registrar las señales que el oído manda al cerebro. Los resultados obtenidos indican que los fetos oyen muchos más sonidos del mundo exterior que los sospechados hasta ahora. Resultan sorprendentes detalles del trabajo como la inteligibilidad de los sonidos grabados por el dispositivo implantado en el oído del feto de oveja. Estos sonidos, en forma de frases surgidas de unos altavoces cercanos a la madre gestante, fueron recogidos por el implante auditivo y reproducidos ante una audiencia de personas voluntarias, que fueron capaces de comprender un 70 % de las frases grabadas. Por otra parte, sin embargo, parece que gran parte de los sonidos que alcanzan el feto llegan algo amortiguados: son ruidos fisiológicos maternos, que se transmiten al oído interno a través del líquido amniótico en el que se encuentra inmerso y de las propias vibraciones craneales del feto. Las implicaciones prácticas del estudio son múltiples. Entre las inmediatas, tal vez una mejora de las condiciones en las salas de prematuros de los hospitales, más acordes con las capacidades auditivas de los neonatos y las potenciales agresiones ambientales que puedan sufrir.

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Juan Antonio Gómez Company

miércoles, 19 de septiembre de 2007

domingo, 6 de mayo de 2007

Los protagonistas de las películas de Disney vienen de familias no tradicionales

Cuando de pequeño vi Dumbo, recuerdo la tristeza que sentí ver al
pequeño elefantito llorando mientras su mamá lo mecía con su trompa a
través de las rejas de una celda; y ni contar la muerte de la madre de
Bambi asesinada a manos de un cazador.
En aquella época los psicólogos no ponían el grito al cielo como
cuando muere el padre de Bimba en el Rey León. No subestimaban tanto
la capacidad de los niños ante la adversidad.
A mis seis años Tarzán era simplemente el hombre mono, no el símbolo
del colonialismo.
Bueno, y a que viene todo esto...
Lo digo porque he leído un artículo el cual analiza y lleva a la
conclusión de que los protagonistas de las películas de Disney
provienen de familias no tradicionales. Esta vez no hay nada malo en
ello, no tiene un "efecto devastador" en la psique infantil. A mi me
ha llamado la atención porque nunca antes lo había pensado.
Aquí una muestra de ello:
Aladdin: huérfano y nómada; comete pequeños crímenes para obtener
alimento y abrigo.

Annie: huérfana adoptada por un padre rico.
Los Aristogatos: (Marie, Berlioz y Toulouse) tres gatitos criados por
una madre soltera.
Bambi: huérfano.
La Bella y la Bestia: (Belle): huérfana de madre, criada por su padre.
Cenicienta: de madre muerta, criada por la madrastra abusiva y el padre ausente.
Dumbo: levantado por una madre presionada.
Hércules: hijo de dioses, adoptado por los seres humanos
Lilo y Stich: huérfanos, criados por la hermana mayor.
Nemo: huérfano de madre, criado por el padre sobreprotector.
Pinocho: juguete de madera adoptado por Gepetto
La bella durmiente: sus padres transfirieron la custodia a 3 hadas.
Blanca Nieves: madre muerta, criada por la madrastra abusiva y el padre ausente.

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Juan Antonio Gómez Company

miércoles, 18 de abril de 2007

El Alcohol en el Embarazo

Durante los meses de embarazo; desde que se conoce la noticia es
recomendable no tomar nada de alcohol; y muchos menos nada de drogas,
incluído el tabaco; por el bien de nuestro futuro hijo. Quizás
pequeñas cantidades no hagan daño a algunos bebés; pero ningún consumo
de alcohol es seguro por lo que se recomienda consumo 0.
Algunos de los problemas que puede generar son:
- Malformaciones físicas
- Mayor resgo de aborto
- Trastornos mentales
- Defectos en el corazón


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Juan Antonio Gómez Company